Cátedra Cajamar UAL

La Cátedra Cajamar-UAL nació en 2009 como punto de encuentro entre la investigación académica y la economía real, en el marco del convenio de colaboración que mantiene la entidad de crédito con el campus almeriense desde su fundación hace casi 25 años.

 

Gabriel Acién, profesor titular de Ingeniería Química de la Universidad de Almería y especialista en biotecnología de microalgas, ha sido nombrado nuevo director de la Cátedra Cajamar-UAL de Bioeconomía. Su designación coincide con el cambio de denominación de la Cátedra, creada hace ocho años con el nombre de ‘Economía y Agroalimentación’, y que desde entonces ha sido dirigida sucesivamente por el economista Jerónimo Molina y los catedráticos Luis Fernández-Revuelta y Francisco Camacho.

Con esta nueva especialización Cajamar y la Universidad de Almería actualizan su colaboración en el fomento del sector de la agricultura intensiva, sumando fuerzas en el estudio de las posibilidades de aplicación práctica de los últimos desarrollos teóricos de la biotecnología, sobre todo en lo referente a la búsqueda de la eficiencia en el uso de los recursos naturales y la valorización de subproductos mediante el uso de microorganismos.

De cara al próximo curso la Cátedra se ha planteado implementar proyectos de carácter finalista que aseguren el objetivo de vincular el universo académico con el sector empresarial y la realización de diversas jornadas de formación y transferencia, así como prestar apoyo a iniciativas de jóvenes investigadores que puedan transformarse en proyectos empresariales de base tecnológica.

Asimismo, con la nueva dirección se ha renovado también la composición el Consejo Asesor de la Cátedra, que estará integrado, por parte de la UAL, por Antonio Fernández, coordinador de Gobierno y delegado del Rector para la Interacción con la Sociedad y las Empresas; Antonio M. Posadas, vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación; José M. Fernández, profesor de Ingeniería Química; y Diego Luis Valera, profesor de Ingeniería Agroforestal; y por parte de Cajamar por Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria, y David Uclés Aguilera y Ana Cabrera, director y analista, respectivamente, de su Servicio de Estudios Agroalimentarios.

Hacia un nuevo modelo productivo

La bioeconomía propone un nuevo modelo productivo basado en la innovación y en la optimización del uso de fuentes de energía y materias primas, priorizando el empleo de aquellas de carácter renovable. Su objetivo es garantizar, mediante el uso responsable del material biológico renovable del planeta, la seguridad alimentaria de la población, la biodiversidad y la protección del medioambiente, para seguir avanzando así en la generación de valor económico y bienestar social. El continuo crecimiento de la población y la limitada disponibilidad de recursos productivos con la que atender una demanda de alimentos en expansión, fundamentalmente agua, suelo y energía, obligan a buscar alternativas. Se trata, por tanto, de una temática que en los próximos años centrará la agenda de gobiernos, corporaciones empresariales y centros de estudios de todo el mundo.

Cajamar lleva décadas fomentando la eficiencia en el uso de los recursos disponibles, la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías que hagan más competitivo al sector hortícola. Entre otras cuestiones como la tecnología de invernaderos, la gestión del riego y los vínculos entre alimentación y salud, en los últimos años la Estación Experimental Cajamar se ha especializado, en colaboración con el Departamento de Ingeniería Química de la UAL, en la producción y valorización de microalgas, destinadas principalmente a alimentación, acuicultura, cosmética, nutracéutica y extracción de compuestos de alto valor añadido.

 Un ingeniero químico especializado en biotecnología

Francisco Gabriel Acién Fernández es doctor en Ciencias Químicas y profesor titular de la Universidad de Almería, además de impartir docencia de posgrado en las Universidades de Sevilla, Málaga e Internacional de Andalucía y participar en varios proyectos internacionales de investigación. Está especializado en el tratamiento de biomasa residual y la biotecnología de microalgas. Ha publicado más de 100 artículos de investigación, 10 libros y 12 capítulos de libro, además de contar con 8 patentes nacionales e internacionales. Asimismo, es miembro de la ISAP (International Society for Applied Phycology), de SOLABIAA (Sociedad Latinoamericana de Biotecnología Algal y Ambiental) y del comité editorial de Algal Research y RELABIAA, además de ser revisor de numerosas publicaciones periódicas internacionales.

La Universidad de Almería, junto con esta Cátedra y Cajamar, ha editado el trabajo que resultó ganador del I Premio Cátedra Cajamar de Economía y Agroalimentación en la Categoría de Trabajo de investigación.

Elaborado por Elena Melià y Ana María Martínez (ambas de la U. P. de Valencia), el trabajo profundiza en los resultados de los procesos de fusión entre cooperativas agroalimentarias españolas en el período 1995-2005. En general, los resultados de las cooperativas fusionadas habían empeorado, aunque la causa principal radicó en que «no se ha dado la citada reestructuración de los recursos de las cooperativas implicadas (humanos, materiales, etc.) tras la mayor parte de las fusiones. Hubiera resultado deseable la concentración post-fusión de los centros de producción en aras de reducir no sólo los costes de amortización, sino todos los inherentes al proceso productivo».

El libro puede descargarse desde la web de publicaciones de Cajamar.

“La gestión de riesgos y las políticas de cambio climático en la agricultura ecológica” del profesor Felipe Medina Martín ha obtenido el primer premio Cátedra Cajamar de Investigación en Economía Agroalimentaria, modalidad tesis doctoral, cuyo fallo ha dado hoy a conocer el jurado. Felipe Medina Martín es ingeniero agrónomo y docente en la Universidad Politécnica de Madrid. Del mismo modo, ha sido premiado el trabajo de investigación “Caracterización y análisis del impacto y los resultados de las fusiones de cooperativas en el sector agroalimentario español”, de Elena Meliá Martí y Ana María Martínez García, ambas profesoras de la Universidad Politécnica de Valencia. El accésit ha sido para el trabajo “La adopción de tecnología en los invernaderos hortícolas mediterráneos” de María del Carmen García Martínez, también de la UPV. El premio al artículo periodístico ha quedado desierto. Se ha realizado, por parte del jurado, una mención especial a la editorial “Mundiprensa”, por su labor a favor del sector agroalimentario durante toda su trayectoria. Cada uno de los premios está dotado con 5.000 euros, excepto el accésit que lo está en 1.500. El tribunal, que ha tenido en cuenta para su decisión criterios de originalidad, relevancia y rigor metodológico, ha destacado la enorme calidad de los trabajos presentados, por lo que felicita a todos los participantes en el mismo. El jurado estaba formado por Antonio Pérez Lao (Presidente de Cajamar Caja Rural) yPedro Roque Molina García (Rector de la UAL) como presidentes de honor;Jaime de Lamo y Espinosa (Catedrático Economía y Comercialización Agraria de la U.P. Madrid y Catedrático Jean Monnet de la UE) presidió el tribunal del que formaban parte Jose María García Álvarez-Coque (Catedrático Economía Agraria U.P. Valencia) y Emilio Galdeano Gómez (Catedrático Economía Agraria Universidad de Almería).

El premio al trabajo de investigación otorgado a Elena Meliá Martí y Ana María Martínez García profundiza en el estudio de los procesos de fusión llevados a cabo por las cooperativas del sector agroalimentario español entre 1995 y 2005. Se analiza el cumplimiento de los objetivos con los que éstos se postularon: mejorar la situación económico-financiera de las sociedades implicadas, incrementar sus ingresos y reducir sus costes. Los resultados obtenidos muestran que, en promedio, tras la integración, no se ha conseguido una mejora estadísticamente significativa de los indicadores económicos-financieros y se analizas las posibles causas.

El trabajo premiado, en la modalidad de tesis, refleja que en la actualidad no existen herramientas de gestión del riesgo específicas para las producciones ecológicas ni incentivos dirigidos al desarrollo de sus técnicas, las cuales suponen una disminución nada despreciable de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Por ello, esta tesis doctoral presentada al premio Cátedra Cajamar de Investigación en Economía Agroalimentaria, ha tratado de dar respuesta a estos aspectos mediante los siguientes estudios: 1. Análisis del riesgo, la viabilidad económica y los beneficios sociales y medioambientales de las explotaciones dedicadas a la producción ecológica 2. Estudio de la percepción del riesgo por parte de los productores ecológicos y la vulnerabilidad de sus explotaciones ante fenómenos adversos climáticos y de otro tipo. 3. Evaluación de la utilidad actual y las carencias del seguro agrario como herramienta de gestión del riesgo en explotaciones gestionadas bajo manejo ecológico. 4. Análisis el desarrollo de técnicas de producción ecológica como estrategia de mitigación del cambio climático Los resultados muestran los beneficios ambientales, sociales y económicos de la producción ecológica, basados en análisis de riesgo y rentabilidad económica de determinadas producciones desarrolladas bajo sistema ecológico, comparadas con producciones gestionadas mediante sistema convencional. En el trabajo se han estudiado además las estrategias para la gestión de riesgo a disposición de los agricultores que desarrollan su labor profesional en las explotaciones agrarias, haciendo especial hincapié en la utilización del seguro agrario por parte de los productores como herramienta de gestión de riesgos de origen climatológico en la actualidad. Además, se han establecido una serie de conclusiones que facilitan el desarrollo de un seguro agrario adaptado a las necesidades y realidades productivas de los productores ecológicos de nuestro país. Mediante un análisis econométrico en profundidad se han estimado una serie de modelos LOGIT y POISSON que explican las variables que determinan la contratación de un seguro agrario, así como su actitud frente al mismo a lo largo de los años. Todos estos aspectos se han relacionado con el estudio de las técnicas propias de producción ecológica como medidas de mitigación del cambio climático, aspecto considerado de gran importancia tras la aprobación reciente del chequeo de la PAC donde se sitúa el cambio climático entre los cuatro grandes retos a afrontar en el futuro de nuestra agricultura. Los resultados obtenidos indican cuáles son las técnicas agrarias enfocadas a la mitigación del cambio climático que podrían ser más interesantes de desarrollar y apoyar mediante las políticas agrarias.